Lunes, mayo 6, 2024
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Cuidacoches en Santa Fe: la propuesta de la Municipalidad para un problema incómodo y que nadie quiere

El problema -el gran e incómodo problema- es que los cuidacoches están, que son más de 300 en Santa Fe y que en estos momentos actúan casi a su antojo. Entre otras cosas, porque el Estado no controla, porque hay un 49% de pobres, porque gran parte de los argentinos sobrevive fuera del sistema y porque la degradación social en este país llegó a niveles por momentos intolerables.

Y entonces surge la primera gran pregunta: ¿qué hacer con los cuidacoches o trapitos que existen, aunque resulten un problema que nadie quiere?

Posibilidad 1. No hacer nada. Eso es lo que sucedió en la ciudad de Santa Fe durante los últimos años, en los que el Concejo Municipal aprobó una ordenanza que el Ejecutivo nunca puso en práctica.

En estos momentos, más de 300 cuidacoches operan prácticamente sin control en toda la ciudad de Santa Fe.

En estos momentos, más de 300 cuidacoches operan prácticamente sin control en toda la ciudad de Santa Fe.

Alguna vez, el exintendente Emilio Jatón dijo que la norma -que él había aprobado como concejal- era inviable, ya que gran parte de los cuidacoches tenía antecedentes penales y esto resultaba una traba infranqueable para reconvertirlos en otra actividad. Entonces, se permitió que esas mismas personas con antecedentes siguieran operando prácticamente sin control en cualquier lugar de la ciudad.

Posibilidad 2. Prohibir la actividad de manera terminante. Esto fue lo que algunos -incluso actuales funcionarios municipales- propusieron durante la campaña electoral.

Esta segunda posibilidad genera una incógnita clave: ¿qué harían los más de 300 cuidacoches si de la noche a la mañana se les impide realizar esta actividad? ¿De qué forma intentarían obtener el dinero que hoy recaudan y que dejarían de recaudar?

Posibilidad 3. Buscar una la manera de administrar el problema, de reconducir la situación incómoda y que nadie quiere, sabiendo que el 49% de pobres y la degradación social seguirán existiendo. Al menos, hasta que el país atraviese por una verdadera transformación social, económica y educativa.

La actual gestión municipal optó por esta tercera posibilidad.

Los controles que se realizaron sobre los actuales cuidacoches

Lo primero que se hizo fue convocar a los cuidacoches a que se inscriban en un registro para saber quiénes son, cuáles son sus antecedentes penales, cuál es su condición social y económica.

Se realizaron distintas reuniones con ellos durante los últimos 90 días. La asistencia fue de aproximadamente el 70%.

El objetivo de la Municipalidad de Santa Fe será ordenar la situación de los cuidacoches, prohibiendo la actividad en todas las zonas de estacionamiento medido.

El objetivo de la Municipalidad de Santa Fe será ordenar la situación de los cuidacoches, prohibiendo la actividad en todas las zonas de estacionamiento medido.

Los trapitos o cuidacoches que tienen antecedentes penales, nunca se presentaron o quedaron fuera del registro. Del resto, hubo quienes estuvieron de acuerdo con incorporarse a un nuevo sistema y quienes rechazaron esa posibilidad.

De este tamiz quedaron aproximadamente 100 cuidacoches. Y la propuesta del Municipio es que, desde la segunda quincena de mayo, alrededor de 80 de ellos comiencen a operar en barrio Candioti en un nuevo sistema llamado Estacionamiento Social Asistido (ESA), que solo funcionará de jueves a sábado entre las 20 y las 4 de la mañana, y los domingos desde las 20 y hasta las 24.

Las cosas no empezaron de la mejor manera, ya que este proyecto tomó estado público antes de que los funcionarios de la Municipalidad se lo explicaran a los vecinos de esta zona de la ciudad. La idea, en lo inmediato, apunta a recorrer el barrio y conversar con la gente casa por casa.

Así será la cartelería que se colocará en la zona donde opere el ESA.

Así será la cartelería que se colocará en la zona donde opere el ESA.

Nadie sabe si el sistema propuesto funcionará, o si es la mejor alternativa. De hecho, la primera reacción generalizada es de rechazo, porque para la mayoría de los santafesinos la Municipalidad está institucionalizando una situación que nadie desea.

Es que, más allá de los discursos políticamente correctos, nadie quiere que existan los cuidacoches, trapitos, asistente de estacionamiento o como se los quiera llamar.

Por eso, entre los disconformes aparecen quienes sostienen que el municipio debería darles otras salidas laborales, que no impliquen la obligación para el resto de los vecinos de pagar una tarifa por dejar un vehículo particular en la vía pública.

En este sentido, habrá que decir que el sistema que plantea la Municipalidad no es nuevo, sino que ya funciona en ciudades como Mendoza o Carlos Paz -algo parecido existe en Paraná-, sin que se generen mayores inconvenientes.

En qué consiste el Estacionamiento Social Asistido (ESA)

La idea es que, desde la segunda quincena de mayo, en las zonas comprendidas entre calles Ituzaingó al sur, Vélez Sarsfield al este, Chacabuco al norte, Necochea al oeste; Castellanos al sur, Necochea al este, Chacabuco al norte y Pedro Vittori al oeste; comience a operar el Estacionamiento Social Asistido.

Y que desde ese preciso momento, ya no se permita la presencia de cuidacoches en el resto de las zonas donde rige el Seom (Sistema de Estacionamiento Ordenado Municipal), de manera tal que se evite la doble imposición.

Las siguientes son algunas características esenciales del ESA:

  • Funcionará en esta zona de barrio Candioti solo de jueves a sábados, de 20 a 4 de la mañana del día siguiente; y los domingos de 20 a 24.
  • Durante el resto del día y de la semana, nadie pagará por estacionar en esta zona, bajo ningún concepto.
Cada Asistente estará invidualizado y contará con un talonario de papel, para asentar el día y horario en que se estaciona cada vehículo.

Cada Asistente estará invidualizado y contará con un talonario de papel, para asentar el día y horario en que se estaciona cada vehículo.

  • Los vecinos del barrio contarán con un permiso de Frentista, que les permitirá estacionar de manera gratuita hasta 150 metros del domicilio donde habita, en todo momento.
  • Los 80 cuidacoches que operen en esta zona pasarán a denominarse “Asistentes de Estacionamiento”.
  • Cada uno de ellos estará identificado con su nombre, documento, fotografía y hasta un código QR, que llevará al usuario del sistema a la web de la Municipalidad para conocer de quién se trata.
  • En la web del Municipio estarán los 80 Asistentes de Estacionamiento, con todos sus datos de manera permanente, y con la información de cuál es la zona que tiene asignada.
  • Cada Asistente se hará cargo de controlar 15 dársenas (el número final no está definido).
  • Contarán con un talonario en el que consignarán la patente del automóvil que estaciona, el día y el horario en que lo hace.
  • Esa boleta de papel se colocará, a la vista, en el interior del auto. Cuando el propietario regrese, se contarán las horas que estuvo estacionado y le pagará directamente al Asistente.
  • Por cada hora de estacionamiento la tarifa será de 150 pesos.
  • Todo lo recaudado quedará para el Asistente. No hay recaudación del Municipio.
  • Una camioneta de la GSI recorrerá la zona de manera permanente. Será conducida por un empleado municipal, junto a un policía.
Los frentistas de barrio Candioti podrán estacionar de manera gratuita en todo momento, hasta una distancia de 150 metros de su domicilio.

Los frentistas de barrio Candioti podrán estacionar de manera gratuita en todo momento, hasta una distancia de 150 metros de su domicilio.

  • Si un conductor se niega a pagar, se le pedirá que estacione en otra zona donde no funcione el ESA.
  • La GSI y la Policía no solo controlará que el Asistente cumpla con su tarea hasta la hora estipulada, sino también que no aparezcan otros cuidacoches o que sean agredidos por cualquier persona.
  • Si un Asistente no cumple con su labor hasta la hora señalada, será retirado del servicio y reemplazado por otra persona que conformará un listado de suplentes.
  • La idea es que los Asistentes puedan cobrar también por Mercado Pago u otras aplicaciones.
  • La Municipalidad se encargará de que cada Asistente cuente con un Monotributo Social, que no implica relación contractual con el Municipio.
  • Cada Asistente cuidará siempre la misma zona. De manera tal que los vecinos lo conozcan.
  • En el resto de la ciudad, donde no funcione el Seom o el ESA, no estará prohibida la presencia de cuidacoches.
  • Estará prohibida la presencia de cuidacoches en zonas del Seom, durante los horarios en los que se cobra por estacionar.
  • Si un conductor que deja su vehículo en la zona del ESA se va del lugar sin pagar, sus datos quedarán registrados en el talonario del Asistente. De todos modos, difícilmente pueda ser multado. Los Asistentes no serán agentes municipales.
  • Si un vehículo es dañado, el Asistente no se hará responsable. La mirada del Municipio es que esta situación ya se produce en la actualidad, con la diferencia de que hoy ni siquiera se sabe quién es el cuidacoche y que el trapito actúa sin ningún control.
  • Los Asistentes no podrán cumplir esta tarea para siempre, sino que durante el primer año se los intentará capacitar en diversos oficios, de manera que tengan otras alternativas. Cumplido determinado plazo, deberán retirarse y dar lugar a otra persona que cumpla con los requisitos del sistema.

Seguramente surgirán nuevas preguntas sobre el funcionamiento de este esquema. Algunas ya tienen respuestas. Otras, se irán generando sobre la marcha.

Nada garantiza el éxito de esta idea en Santa Fe. Por el momento, la única certeza es que en poco más de un mes se pondrá en marcha una experiencia novedosa para la ciudad y que será una prueba.

Si resulta, probablemente se extienda a otras zonas. Si fracasa, se habrá hecho, al menos, un intento.

El debate está planteado y, en esta primera etapa, parecen ser muchos los que no están de acuerdo o no están del todo convencidos sobre la viabilidad de la propuesta.

La verdad incómoda es que nadie quiere que existan cuidacoches o trapitos; pero ellos están.

En otras ciudades del país este sistema opera sin mayores inconvenientes desde hace años. Sin embargo, en ningún caso fue sencillo ponerlo en funcionamiento. Entre otros motivos, porque representa un verdadero cambio cultural.