El 2011 se anticipa

Jueves 27 de mayo. Ése fue el día elegido por Hermes Binner para echar a rodar públicamente la interna en el Frente Progresista Cívico y Social de cara a las elecciones de gobernador previstas para el año que viene. Dio a entender que el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, es su preferido para continuar con el proyecto del socialismo en la provincia, y aceleró así una discusión que hasta ese momento se había producido puertas adentro de cada uno de los sectores que componen la alianza gobernante.
A partir de ahora, ya nada será igual dentro del Frente, sobre todo porque al menos otros tres dirigentes mantienen sus expectativas: Miguel Lifschitz, Rubén Giustiniani y Mario Barletta. Más aún, desde el radicalismo se dejó en claro que prefieren la “alternancia” y no la continuidad de signo político en el próximo candidato frentista. Sin embargo, hasta ahora la discusión se viene manteniendo con respeto.
No pareció casual el momento en que Binner realizó estas declaraciones. De hecho, el pronunciamiento se produjo casi al mismo tiempo en que el gobierno provincial ponía en marcha su estrategia de acercamiento hacia dos sectores con los que viene manteniendo una prolongada disputa político-mediática: los senadores del justicialismo y la Corte Suprema de Justicia de la provincia.
El gobernador recibió al ala dura del Senado. Los justicialistas se mostraron conformes con la convocatoria, pero se encargaron de dejar en claro que una simple reunión no significa que modificarán sustancialmente sus posturas. Mientras que a Binner le interesaba poner el foco de la discusión en una nueva reforma fiscal en la provincia, el peronismo hizo hincapié en la necesidad de mejorar la seguridad. En definitiva, hubo buenos modales, pero escaso acercamiento.
La reunión con seis integrantes de la Corte se realizó en Rosario, en el marco del enfrentamiento que el Ejecutivo y un sector del Poder Judicial vienen sosteniendo desde el mismo día en que los socialistas accedieron al poder. Durante los últimos años, unos y otros traspasaron en reiteradas oportunidades los límites de la diplomacia y se atacaron duramente a través de los medios.
Esta vez, los modos fueron diferentes. Sin embargo, el presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, se encargó de aclarar que el encuentro se realizaba por pedido de la Justicia y que ese Poder trabaja en las transformaciones desde antes de que asumiera el actual gobierno. Una forma elegante de responder a quienes endilgan a la Justicia falta de voluntad para avanzar hacia la implementación del nuevo sistema penal.
Las elecciones de 2011 llegaron para quedarse y el gobierno provincial parece haber puesto en marcha su estrategia.
Sería infantil pensar que las diferencias con el Senado o con el Poder Judicial quedaron superadas con estas reuniones, o creer que dentro del Frente los distintos sectores acatarán la palabra del gobernador sin oponer resistencias.
Sin embargo, durante estos días parecieron primar la prudencia y el respeto. En definitiva, las formas también son importantes y lo serán, aún más, cuanto más cerca estén los próximos comicios.