Hay síntomas que anuncian la posibilidad de un ACV

Cada 4 minutos, una persona sufre un ataque cerebrovascular en la Argentina. Las estadísticas indican, además, que se producen hasta 190 casos anuales en el país y que el 25{e84dbf34bf94b527a2b9d4f4b2386b0b1ec6773608311b4886e2c3656cb6cc8c} de los pacientes fallece dentro de los primeros 30 días del episodio.
No se trata de una enfermedad cualquiera. El hecho de que la vida pueda transformarse en cuestión de segundos genera un lógico temor.
Sin embargo, en la mayoría de los casos existen síntomas o signos que preanuncian la posibilidad de un ACV. “El secreto está en saber decodificar las señales”, dijo el Dr. Juan Carlos Langhi, jefe del Servicio de Neurología del Hospital José María Cullen de Santa Fe.
Según el profesional, las advertencias suelen ser pasajeras y por eso siempre se les presta la atención adecuada.
Los signos previos al ataque pueden ser los siguientes: adormecimiento de una mano, torpeza en los movimientos, pérdida de fuerza de parte de la cara o alguna extremidad, falta de sensibilidad.
“Estos síntomas pueden durar apenas segundos y luego el paciente retorna a la normalidad, por lo que no suele darles importancia. Pero en ese momento acaba de sufrir un ACV pasajero. Una arteria se taponó y rápidamente se liberó la circulación, pero debe acudir inmediatamente al médico porque es una advertencia concreta de lo que puede estar por venir”, explicó Langhi.
Otros signos pueden darse en la pérdida pasajera de la visión de un ojo o de parte de la visión. “También suele ocurrir que la persona parece haber olvidado el idioma, que quiere decir algo pero no encuentra las palabras, o que escucha a su interlocutor y por algunos segundos no lo comprende”, agregó el neurólogo.
En algunos países, la incidencia de estos episodios logró ser reducida de manera importante, gracias a campañas de educación preventivas.
Langhi explicó que “en realidad se trata de una enfermedad de los vasos sanguíneos, no del cerebro. Estos eventos son complicaciones de esta patología, que seguramente viene desarrollándose de mucho tiempo atrás. Avanza en forma lenta, pero sin pausa, va lesionando las arterias y, en un momento determinado, ocurre el evento brusco que se expresa como ACV”.