Esta fue publicada en Aire Digital
Los pediatras del Gran Santa Fe, quienes desde el 15 de octubre de este año dejaron de atender pacientes a través de obras sociales y prepagas, y comenzaron a cobrar de manera particular 7.500 pesos por cada consulta, acaban de desvincularse de la gerenciadora intermediaria Asociación Gremial Médica y consideran que esta decisión puede contribuir a encontrar una salida al conflicto.
De esta manera, los pediatras negociarán sus honorarios con obras sociales y prepagas de manera directa, evitando la intervención de esta gerenciadora, que cobra una comisión por su trabajo y que en algunos casos terminaba generando demoras en el pago a los médicos.
González dijo que hasta el momento ya llegaron a un acuerdo con nueve obras sociales o prepagas, pero esto no fue posible hasta ahora con las prestadoras más grandes e importantes por la cantidad de afiliados.
Qué pasará con el Iapos
La obra social de mayor relevancia en la provincia es el Iapos. En este sentido, el titular de la Asociación de Pediatras dijo que existe en estos momentos una intermediación a cargo de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe para que se logre un acuerdo entre las partes.
En definitiva, en estos momentos Iapos mantiene sus vínculos con la Gremial Médica, pero esta intermediaria ya no tiene relación con los pediatras. Por ese motivo, no parece haber otra alternativa que no signifique una negociación directa o, en caso contrario, los afiliados de Iapos se verán obligados a seguir pagando de manera particular por cada consulta pediátrica.
Lo mismo sucede con el resto de las obras sociales y prepagas. Tanto las locales, como aquellas de alcance nacional.
Frente a este nuevo escenario, Damián González se mostró optimista y consideró que la eliminación de la intermediaria Gremial Médica puede contribuir a encontrar soluciones a este conflicto.
La semana que viene puede resultar clave en este sentido. Sobre todo, para los médicos que reclaman por una mejora sustancial en sus honorarios y para las familias de los pacientes, que se ven obligadas a realizar esta erogación por cada consulta, a pesar de pagar sus cuotas mensuales a las prepagas o realizar sus aportes correspondientes a las obras sociales.
En el caso de la pediatría, la realidad reviste incluso mayor complejidad que en otras especialidades. De hecho, por este conflicto se incrementó la cantidad de pacientes en los hospitales públicos que no dan abasto. Tanto es así que, por ejemplo, el Hospital Iturraspe dejó de atender a pacientes pediátricos que no representen casos de urgencia, ya que no cuenta con la cantidad suficiente de médicos para hacerlo.
Mientras los pediatras y el resto de los médicos reclaman el pago de aproximadamente 7.000 pesos por cada atención en consultorio, las obras sociales y prepagas vienen pagando en promedio alrededor de 4.000. Con el agravante de que Gremial Médica se queda con un porcentaje de este dinero y con una complicación extra: en algunos casos, los pagos se demoran entre 60 y 90 días, a pesar de la inflación mensual que oscila en el 10%.