Durante la mañana del martes sonó un teléfono en la Casa Gris. Desde el área de Protocolo de la Casa Rosada llamaban a la Dirección de Ceremonial de Santa Fe para comunicarles que, 24 horas después, la presidenta Cristina Fernández estaría inaugurando, vía teleconferencia, los tramos 4 y 5 de la obra de la autovía Santa Fe-San Francisco.
Poco después, sonó otro teléfono. Era el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien habló directamente con el gobernador Hermes Binner para invitarlo. El santafesino se excusó por razones de agenda. Lo llamó al ministro de Obras Públicas, Hugo Storero, para transmitirle la noticia.
La sorpresa se apoderó de ambos funcionarios. Es que desde Buenos Aires se los estaba invitando a la inauguración de una obra cuyos costos están siendo asumidos en su totalidad por la provincia de Santa Fe, a pesar de ser una ruta nacional. Pero eso no es todo. El gobierno provincial se encontraba organizando para el 22 de este mes la inauguración de la misma obra. La presidenta iba a ser invitada, claro está, pero desde la Rosada se les adelantaron.
Finalmente, cuando la tarde de ayer caía, se realizó un acto en la ciudad de Frontera. Cristina habló a través del satélite desde la localidad bonaerense de Escobar. Sus palabras fueron escuchadas por funcionarios oficialistas, como el director de Vialidad Nacional, Nelson Periotti; el intendente local, Juan Carlos Pastore; y el titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria y candidato a gobernador, Agustín Rossi.
Desde Santa Fe se argumenta que el gobernador no pudo asistir por razones de agenda, pues se le informó con apenas 24 horas de anticipación del acto. Esto suena lógico. Sin embargo, y seguramente por el malestar que generó la situación, se decidió que ningún funcionario provincial estuviera presente en Frontera.
“Tendría que haber funcionarios del gobierno provincial acá y no están. Fueron avisados e invitados. El gobernador le dijo al secretario general de la Presidencia que lo excusara ante la presidenta, pero podría haber enviado a alguien. Al ministro de Gobierno o al de Obras Públicas. Lo lógico hubiese sido que enviara a alguien y no hacer todo este escándalo. Ni siquiera le pidió al secretario general que se suspendiera el acto. Todo es muy mezquino. Cuántas veces el gobernador inaugura escuelas o viviendas que ha hecho la Nación y nadie se queja”, dijo ayer a LT 10 Agustín Rossi.
Le contestó el ministro de Obras Públicas, Hugo Storero: “La provincia de Santa Fe hace una obra y el gobierno nacional nos invita a inaugurarla… Esto difiere con el estilo de la provincia. Además no está la presidenta, lo cual le da al acto otra jerarquía. Y la agenda de un gobernador no se puede plantear de un día para otro. Siempre se planifica a mediano plazo. No de hoy para mañana. ”
La historia del acto de inauguración no se inició ayer. En mayo pasado se pensaba inaugurar los tramos 4 y 5. Se invitó al gobierno nacional, pero desde Protocolo se informó que en esa fecha la presidenta no podría asistir. “Eso es entendible y respetable”, dijo Storero. Desde Nación se planteó otra fecha, pero la misma se encontraba dentro del período de veda electoral y entonces acordaron seguir conversando sobre el tema.
Desde la provincia esperaban inaugurar la obra el miércoles 22 de junio, en el cruce de las rutas 19 y 34, a la altura de Angélica.
Quién paga
Los costos de la construcción de la Autovía 19 son afrontados por Santa Fe. El 73{e84dbf34bf94b527a2b9d4f4b2386b0b1ec6773608311b4886e2c3656cb6cc8c} a través de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, y el 27{e84dbf34bf94b527a2b9d4f4b2386b0b1ec6773608311b4886e2c3656cb6cc8c} restante con fondos de provincia. Hasta hoy se llevan invertidos 680 millones de pesos, pero calculan que el costo definitivo llegaría a los 800 millones.
El 29 de agosto de 2007 fue un día importante para Santa Fe. Llegaba a Sauce Viejo el entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner. En el Parque Industrial, anunció que la Nación afrontaría los costos de construir un nuevo puente Santa Fe-Santo Tomé en compensación por los fondos destinados por la provincia para la construcción de la Autovía 19.
‘‘Es algo que tenemos que compensar y como corresponde, con gesto federal. Que no nos ocurra como nos pasaba cuando nos llamaban a Buenos Aires a hacer pactos fiscales que reducían los ingresos de la provincias’’, dijo Kirchner poco después de aquel mediodía, acompañado por el ex gobernador Jorge Obeid, el entonces candidato a gobernador Rafael Bielsa y el senador nacional Carlos Reutemann. Nadie imaginaba en aquel momento en qué derivaría el acto de inauguración de la primera parte de la Autovía.
Mientras tanto, el puente Santa Fe-Santo Tomé no está. La falta de acuerdo entre Angel Piaggio y Fabián Palo Oliver por la traza definitiva y el escaso ímpetu puesto desde Nación, hicieron que recién se esté trabajando en la elaboración del proyecto definitivo. Cuando se le pregunta a Rossi por estas demoras responde que un proyecto de esta naturaleza “tiene sus tiempos” y cuestiona: “¿Por qué no están los acueductos que hace tres años y medio esperan la licitación?”.
Se inaugura, pero no se usa
Como para sumar un aporte más a la confusión, el hecho de que ayer los tramos 4 y 5 de la Autovía 19 hayan sido inaugurados no quiere decir que puedan ser utilizados. Es que la Provincia no firmó los certificados de habilitación provisoria de la obra. En caso de ocurrir un accidente sobre un tramo no habilitado, los afectados podrían accionar judicialmente contra el Estado nacional y, posiblemente, contra la Provincia.
Por eso, los tramos inaugurados ayer deberían estar vedados al tránsito. Lo mismo hubiese ocurrido si la inauguración se realizaba en mayo, como tenía previsto el gobierno de Santa Fe.
En definitiva, todo este desgaste se produjo por una inauguración que es, apenas, simbólica.