El procurador general de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, Jorge Barraguirre, ordenó al fiscal Carlos Rolando que investigue el mercado ilegal de armamentos en la ciudad, luego de que se detectara que una cantidad llamativa de armas policiales terminaron en manos de delincuentes que en los últimos tiempos protagonizaron graves crímenes en Santa Fe.
Según el procurador, un porcentaje importante de estas armas son robadas a uniformados -se estima que en muchos casos las víctimas son mujeres policías-. La decisión se tomó luego de que se determinara que el arma con el que fue asesinado Esteban Baragiola era una pistola 9 mm como las que utilizan las fuerzas policiales.
En este contexto, el jefe de la Unidad Regional I, Rafael Grau, reveló que sólo en lo que va del año, la policía secuestró 644 armas de fuego de distintos calibres en esta ciudad.
El número resulta significativo si se tiene en cuenta que supera a las 474 armas secuestradas durante todo el 2011 y a las 523 que se incautaron en 2012, aun cuando restan dos meses para terminar el presente año.
Gran parte de las armas de fuego secuestradas este año fue hallada en procedimientos de calle, allanamientos y megaoperativos de saturación en barrios, según consta en un informe elaborado por la Unidad Regional I.