Las obras públicas están casi paralizadas en la provincia. Los intendentes, miran con preocupación los recursos porque saben que sus municipios funcionan al límite de las posibilidades. El gobierno provincial habla de inconvenientes sobre fines de año para hacer frente al gasto corriente. Sin embargo, la reforma tributaria continúa en debate y sin convertirse en ley.
“No nos asombra la situación actual”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Luis Rubeo: “Veníamos planteando a Hermes Binner que tenía un gasto por encima de los niveles de recaudación. Que en algún momento iba a colapsar”.
Más allá de sus críticas, Rubeo se mostró comprensivo con las necesidades económicas del gobierno.
En este contexto, sostuvo que la Cámara de Diputados “va a estar dando sanción a la reforma tributaria sobre fin de mes”, aunque advirtió sus diferencias con el proyecto que fuera aprobado en el Senado.
“El mensaje que vino votado desde el Senado no es una reforma tributaria, sino lisa y llanamente un aumento de impuestos. Para que sea una reforma hay que tocar algunos ítems que hace años que no se modifican y que deben partir de la premisa de que el que más tiene, más debe pagar. Una de las cuestiones fundamentales es el Impuesto Inmobiliario Rural”, explicó.
Insistió en que “al ruralismo -el texto aprobado- prácticamente no lo afecta. No se toca la valuación fiscal. No digo que la llevemos al valor de mercado, pero sí que vayamos buscando más progresividad. Los sectores urbanos, en cambio, no tienen capacidad de lobby”.
Frente a esta situación, todo indica que desde Diputados el proyecto regresará al Senado y que los últimos meses del año encontrarán a la provincia sin un nuevo esquema de cobro de impuestos.