Decisiones cruciales

Durante casi cinco horas las miradas estuvieron dirigidas hacia lo más alto de una de las antenas del Puente Colgante. Desde allí, un remisero se convirtió en el protagonista principal de un reclamo dirigido hacia las autoridades municipales, para que autoricen a la Cooperativa El Sol Sale Para Todos a prestar servicios en la ciudad.
No fue la primera vez que este grupo de remiseros protesta. Sin embargo, en ningún otro caso lograron captar este nivel de atención, sobre todo por la espectacularidad de la medida y los enormes riesgos que corrió el chofer a más de 33 metros de altura.
Siempre es delicado analizar una problemática cuando tiene raíces estrechamente vinculadas con lo social y con la necesidad de trabajo. Lo que este remisero y sus compañeros están reclamando es la posibilidad de ganarse la vida prestando servicios con sus automóviles.
Quienes protestan aseguran estar cansados de ser contratados por empresas o propietarios de taxis y remises para que trabajen como choferes, cobrando sueldos “en negro” y operando en condiciones irregulares. Por ese motivo, resolvieron organizarse y generar su propia cooperativa.
Sin embargo, tampoco pueden perderse de vista las normas vigentes, que cumplen con el rol esencial de garantizar condiciones básicas de seguridad en el transporte y convivencia social. Cuando lo que prevalecen son los intereses particulares o grupales, indefectiblemente terminan imponiéndose los sectores más fuertes o quienes cuentan con mayor capacidad de presión.
Habrá que advertir, entonces, que esta cooperativa viene operando por fuera de la legalidad y que, por ese motivo, sus integrantes son penalizados por agentes municipales cada vez que se encuentran frente a operativos de control.
Desde el municipio se anunció el pronto envío al Concejo Deliberante de un proyecto de ordenanza para ampliar el número de licencias de taxis. Según los resultados del último censo, el número de móviles debería incrementarse.
Sin embargo, no se autorizará -al menos por ahora- ningún incremento en la cantidad de remises en circulación. Entre otros motivos, porque resulta inocultable el hecho de que en general el sistema de remises opera de manera irregular. Cuando se pensó en este medio de transporte, se planteó que se trataría de móviles diferenciales que operarían mediante la modalidad “puerta a puerta”. Sin embargo, en la actualidad, los remises trabajan con el mismo esquema de los taxis en la ciudad.
Más allá de la necesidad de generar nuevos puestos de trabajo, no se pueden tomar medidas apresuradas. Si el número de remises y taxis se ampliara sin control, el servicio dejaría se ser rentable para todos los que trabajan en el sector. Entonces, lejos de generarse puestos de trabajo, se los estaría destruyendo.
Las autoridades municipales tienen ahora en sus manos la delicada tarea de instrumentar medidas que tiendan a acercar a los sectores en pugna y a buscar un servicio de transportes más justo, sustentable y eficiente.