Esta nota fue publicada en airedesantafe.com.ar
El convenio de exclusividad por alrededor de 7.000 millones anuales -este año puede superar los 9.000 millones- que el Iapos mantiene con el Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe por la compra de los medicamentos destinados a los 580.000 afiliados de esta obra social toda la provincia, viene generando controversias que no son nuevas y que, incluso, derivaron en propuestas concretas de modificar el sistema vigente.
El Iapos es el único organismo de salud de la provincia -tanto público, como privado- que terceriza de manera total la compra de los medicamentos. De hecho, el Ministerio de Salud de Santa Fe, cada uno de los hospitales provinciales, las clínicas, los sanatorios y el resto de las obras sociales, realizan llamados a licitaciones o concursos de precios para obtener los menores costos. Lo mismo sucede con las obras sociales provinciales de Buenos Aires, Córdoba o Entre Ríos, por citar sólo algunas provincias limítrofes.
Con un agravante: las auditorías oficiales sobre el manejo del negocio de los medicamentos son mínimas. Según denunció el sindicato Aspi, que nuclea a empleados del Iapos, cada vez que un afiliado se presenta en su obra social para reclamar por un medicamento, lo atienden empleados del Colegio de Farmacéuticos. Y lo mismo sucede cuando se comunica con el 0800 de la obra social.
En 2016 la situación del convenio entre Iapos y el Colegio de Farmacéuticos se había tornado insostenible. Mientras desde distintas áreas de la obra social se planteaban alternativas para modificar el sistema, el Colegio se mantenía firme en su postura de que nada cambiara. Se produjeron fuertes discusiones.
Tanto fue así, que en este problema debió intervenir en persona el entonces gobernador Miguel Lifschitz, junto a los ministros de Salud, de Economía, el fiscal de Estado y las autoridades de la obra social.
La tensión llegó a tal punto, que desde el Iapos se comenzó a avanzar en un esquema que permitiera que el Ministerio de Salud y el Ministerio de Economía realizaran llamados a licitaciones públicas para la compra de medicamentos, por fuera del acuerdo con el Colegio. El problema mayor se planteaba con los medicamentos oncológicos, que tanto en aquel momento como ahora representan el gasto más importante.
Documentos internos a favor de llamados a licitaciones públicas
El 6 de setiembre de 2016, el entonces director de Prestaciones, Guillermo Alvarez, elevó una nota al director provincial de Iapos, Silvio González, en la que planteaba: “Ya en otras oportunidades se observó que este mecanismo presenta importantes oportunidades de mejora en interés del Iapos, atendiendo a que los descuentos logrados por el Colegio de Farmacéuticos suelen ser menores a los alcanzados por otras Obras Sociales, entre ellas las que comparten con el Iapos la pertenencia a la COSSPRA (Consejo de Obras Sociales Provinciales de la República Argentina)”.
Alvarez hacía mención a la posibilidad de poner en marcha un sistema diferente con la participación del Ministerio de Economía, que “puede establecer acuerdos de precios con distintos oferentes y sobre determinados bienes, a los que luego deberán ajustarse en sus operatorias de contrataciones y pagos, todas las jurisdicciones y entidades que conforman el sector público provincial no financiero; entre ellas el Iapos y quienes compran en su nombre”.
El 10 de noviembre de aquel año, el director de Promoción de la Salud de Iapos, Pablo Maidana, elevó otra nota a Silvio González planteando los mismos problemas: “La situación financiera actual de la obra social exige que se requiera de la intervención de los Ministerio de Salud y Economía a fines de eficientizar el gasto de medicamentos en los procedimientos llevados adelante por el Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe, para la determinación de un nuevo listado de precios que brinde mayores niveles de optimización y previsión para el período enero-marzo de 2017”.
“Con lo expresado -agregaba- se eleva a la Dirección Provincial su autorización para canalizar, por su intermedio, la requerida intervención derivando la gestión en primer lugar al Ministerio de Salud…”.
Por entonces, existía un sistema capitado -el Iapos paga un monto fijo que se calcula sobre la cantidad de afiliados- para que el Colegio de Farmacéuticos comprara los medicamentos comunes. Pero no sucedía lo mismo con los medicamentos oncológicos -los más caros y que representan los mayores gastos-, porque en estos casos el Iapos abonaba al Colegio por cada medicamento que se compraba y se entregaba a cada afiliado.
Frente a la posibilidad cierta de que el Gobierno de Santa Fe rompiera el convenio vigente, el Colegio terminó aceptando un nuevo convenio en el que la totalidad de la compra y venta de los medicamentos es capitada. Por ese motivo, actualmente el Iapos entrega cada año unos 7.000 millones de pesos al Colegio, acuerdo que en 2021 puede superar los 9.000 millones.
“Sin embargo, este sistema sólo puede funcionar adecuadamente si existe un fuerte control del Iapos sobre la manera en que el Colegio maneja el dinero. De lo contrario, se corre el riesgo de que los afiliados se vean perjudicados cuando necesitan un medicamento”, explicó a Aire Digital una fuente que tuvo fuerte participación en aquel tenso proceso de negociaciones en 2016.
Al recibir cada mes un monto fijo para la compra de todos los medicamentos, el Colegio asume un riesgo mayor económico. Frente a estas circunstancias, durante los últimos años -especialmente en 2019- las auditorías del Iapos sobre la forma en que se manejan estos fondos millonarios se fueron debilitando y, en este momento, “el Colegio prácticamente se autoaudita”, como denunció el sindicato Aspi.
Cada vez que un afiliados de Iapos enfrenta algún inconveniente para conseguir un medicamento y decide llamar al 0800 o escribir al Whatsapp habilitado para reclamos, es atendido por un empleado del Colegio de Farmacéuticos. Y si se dirige a las oficinas de su obra social para reclamar, también es atendido por una persona que responde al Colegio.
“El paciente queda en el medio de cuestiones económicas. Se prescriben medicamentos sin demasiado control, el Colegio debe entregarlos con un presupuesto fijo y el Iapos prácticamente no interviene en el proceso”, insistió la misma fuente que, como tantas otras en este tema, pidió que su nombre fuera mantenido en reserva.
La falta de certezas no sólo afecta a los afiliados del Iapos sino, incluso, a farmacéuticos de la ciudad. Tal como revelara Aire Digital, cuatro farmacéuticas santafesinas llevan 12 años esperando que el Colegio que las representa les informe en detalle de qué manera se manejan los recursos económicos. Por el momento todos los esfuerzos resultaron infructuosos, a pesar de que existe una orden judicial para que se brinden respuestas