Es capaz de dar un golpe sobre la mesa, pero a la vez reconocer que lo verdaderamente importante no pasa por los triunfos, ni por el dinero, ni por el éxito.
Leonardo Carol Madelón parece estar atravesando un momento especial en la vida. Es que los años y algunos sustos inesperados, le dieron la experiencia necesaria como para valorar lo que realmente importa.
“Estoy bien… estoy maduro. Aprendí que lo importante es que tus hijos puedan decir que su viejo es un buen tipo, que tiene valores. Lo importante no es lo material”, asegura a los 55 años, después de haber atravesado en 2014 una situación límite a raíz de un ACV producto del estrés.
Ahora, trata de transmitírselo a sus jugadores: “Siempre les digo que abran las manos, que sean generosos”.
Madelón parece disfrutar del presente. Asegura estar cómodo en Unión, aunque reconoce que hace poco convocó a una reunión al presidente, Luis Spahm, y a parte del cuerpo técnico, y terminó golpeando la mesa: “Es que tenemos que exigirnos todos. Golpear la mesa significa que el que tiene que pagar que pague, el que mantiene el vestuario que lo haga, que el técnico dirija. Que alguien me venga a preguntar por qué jugaste mal, por qué perdiste. Porque cuando el patrón se sienta, el empleado se echa”.
Mientras Unión atraviesa uno de sus mejores momentos, Leonardo Carol Madelón sueña con que al estadio 15 de Abril se lo conozca como “El bastión”. En esta entrevista realizada en Palabra, habla de todo y a fondo. Sin vueltas, ni poses innecesarias.