Esta nota fue publicada en airedesantafe.com.ar
Cuando un afiliado del Iapos se presenta en una oficina de su obra social para reclamar por algún medicamento, lo atiende un empleado del Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe. Y cuando el mismo afiliado decide reclamar a través del 0-800 o en el Whatsapp de su obra social, le responde un empleado del Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe.
Desde mediados de 2019, además, las auditorías del Iapos sobre la entrega de medicamentos a sus afiliados por parte del Colegio de Farmacéuticos prácticamente desaparecieron.
Sandra Palomeque integra desde hace años el Sindicato de Trabajadores de Iapos, conocido como Aspi. En el programa Creo, que se emite cada primera mañana en Aire de Santa Fe, explicó de qué manera funciona el sistema de compra de medicamentos de la obra social provincial y advirtió: “El Colegio de Farmacéuticos se audita solo”.
-¿Cómo que el Colegio se audita solo?
– Ellos auditan en línea, por ejemplo, la entrega de los medicamentos oncológicos… se autoauditan. Ellos auditan la medicación que toman nuestros afiliados y todos los días tenemos problemas.
Hasta mediados de 2019, si un afiliado tenía una urgencia, lo resolvían los médicos auditores del Iapos. Y decidían si autorizaban o no. Pero ahora hay empleados del Colegio de Farmacéuticos en todas nuestras oficinas, en el puerto, en calle San Martín, en la ciudad de Rosario. Ellos atienden los reclamos de los afiliados del Iapos. Si vas a Iapos por un problemas de medicamentos te atiende un empleado del Colegio de Farmacéuticos.
Lo peor es que tenemos reclamos todos los días. Nosotros, los empleados del Iapos, le pasamos a la gente el 0800 o el Whatsapp para reclamar por medicamentos. Pero también les contesta el Colegio de Farmacéuticos.
– ¿Nadie audita qué se hace con esos 7 mil millones de pesos?
– No, porque el Colegio tiene absolutamente todos los datos. Se agravó en la segunda mitad de 2019 y en esta gestión se mantiene. Esperamos que el actual director, Oscar Broggi, lo pueda resolver.
El convenio más grande del Iapos
El presupuesto total del Iapos para funcionar durante 2021 es de 23 mil millones de pesos. Con ese dinero se pagan sueldos, se realiza el mantenimiento general, se cubren las prestaciones de atención médicas y de las distintas especialidades, y la compra de medicamentos para los afiliados.
El mayor convenio en términos de dinero es el que el Iapos mantiene con el Colegio de Farmacéuticos. Sólo a modo de ejemplo, lo que el Iapos transfiere cada año al Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe es el equivalente al 50% del presupuesto anual de toda la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe -$ 13.500 millones de pesos en 2021-.
Si bien el Colegio de Farmacéuticos compra todos los medicamentos que reciben los afiliados del Iapos, hay dos excepciones: lo que se compra a laboratorios extranjeros -por ejemplo cannabis medicinal- y aquellos medicamentos caros y poco frecuentes que la Justicia ordena suministrar a los pacientes. En estos casos, los paga el Iapos.
“Cada vez hay más quejas. La gente cada vez presenta más recursos de amparo ante la Justicia o va a la Defensoría del Pueblo. Y si se ordena pagarlos, el dinero sale del Iapos por fuera de convenio. Y todo lo que se paga por fuera del convenio, es auditado por personal de Iapos”, remarcó Palomeque.
En definitiva y según la explicación de Palomeque, el servicio de compra de medicamentos para afiliados del Iapos no sólo está tercerizado, sino también monopolizado y quien maneja el dinero se audita a sí mismo.
Pero cuando se trata de un medicamento particularmente caro y que no está en el convenio, el dinero sale del Iapos y no de los 7 mil millones de pesos que se les paga al Colegio de Farmacéuticos.
“Teníamos un plan especial llamado Plan 26 para personas que deben consumir muchos medicamentos. Hicimos una encuesta entre los mismos empleados de Iapos, y el 85% de mis compañeros dijo que sufrió recortes, que les sacaron medicamentos. Y se los sacó el Colegio de Farmacéuticos”, explicó Palomeque.
Miles de millones a un solo intermediario
Pero Iapos no sólo compra al Colegio de Farmacéutico de manera exclusiva los medicamentos oncológicos –y especiales- para sus afiliados, sino que también adquiere los medicamentos ambulatorios. En total, el convenio firmado entre las partes en diciembre de 2020 asciende a 562.296.143 pesos mensuales. Es decir, 6.747.553.716 pesos por año.
La Obra Social provincial es el único ente de salud -público o privado- que mantiene este contrato de exclusividad con el Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe para la compra de medicamentos.
Tanto el Ministerio de Salud de Santa Fe, los hospitales de la provincia, las clínicas y sanatorios, como el resto de las obras sociales locales; utilizan sistemas de licitaciones o compulsas de precios entre droguerías y laboratorios locales o nacionales para adquirir remedios.
El último convenio firmado entre el Iapos y el Colegio de Farmacéuticos se firmó en diciembre de 2020 y se estableció que durante el presente mes de marzo de 2021 las partes volverán a reunirse para actualizar estos valores. Es decir que probablemente estas cifras se incrementen debido a la inflación.
Aire Digital consultó a distintas obras sociales locales y prepagas con cobertura en la provincia. En todos los casos, la respuesta fue la misma: a la hora de comprar medicamentos oncológicos –los más caros- para sus afiliados, se realizan compulsas de precios entre laboratorios y droguerías provinciales y nacionales para encontrar los precios más convenientes. Lo mismo sucede con los hospitales provinciales.
¿Y qué sucede en los sanatorios privados cuando un afiliado del Iapos debe recibir tratamiento oncológico?
Desde el sector de la medicina privada explicaron que se trata de medicamentos muy caros, que requieren determinados estándares de traslado, mantenimiento y aplicación en los pacientes.
Por estos motivos, medicamento es comprado de manera directa por el sanatorio a droguerías o laboratorios, se lo aplica al paciente y luego se cobra a la obra social o prepaga. En otros casos, la obra social o prepaga compra el medicamento y lo entrega directamente a la clínica para que sea aplicado a sus afiliados.
Incluso en el caso de recibir quimioterapia, los afiliados del Iapos deben retirar los medicamentos oncológicos en una farmacia y llevarlos al lugar donde se les aplica el tratamiento.
“Tenemos pacientes que viajan kilómetros en colectivo durante el verano con el medicamento en sus manos y llegan al sanatorio para que se lo apliquemos. No sabemos si cumplió con las medidas requeridas de calidad y cuidado en la manipulación previa”, dijo un referente del sector con relación a los afiliados de Iapos.