Desde las calles de Túnez hasta la Plaza Tahrir y más allá, las protestas que tuvieron lugar en el mundo entero el año pasado se organizaron en Internet y los numerosos dispositivos que interactúan con la red de redes. Las manifestaciones crecieron con fuerza porque miles de personas se volcaron a participar, pero no podrían haberse dado como se dieron sin la capacidad que ofrece Internet de comunicar, coordinar y anunciar en todas partes, instantáneamente.
No sorprende, pues, que a raíz de las protestas se haya planteado si el acceso a Internet es o debería ser un derecho civil o humano.
El tema es particularmente serio en países cuyos gobiernos reprimieron el acceso a Internet en un intento de acallar a los manifestantes. Pese a ser bienintencionado, el argumento pasa por alto, sin embargo, un hecho más amplio: la tecnología es habilitadora de derechos, no un derecho en sí misma . Existe un criterio elevado para que algo sea considerado un derecho humano. Para expresarlo sin excesivo rigor, debe estar entre las cosas que, como humanos, necesitamos para llevar vidas saludables y significativas, como la libertad de conciencia o no ser objeto de tortura . Es un error incluir una tecnología particular en esta categoría eminente, ya que con el tiempo acabaremos valorando las cosas equivocadas. Por ejemplo, hubo una época en la cual para una persona que no tuviera un caballo, ganarse la vida era difícil. Pero el derecho importante en ese caso era el derecho a ganarse la vida, no el derecho a tener un caballo . En la actualidad, si se me otorgara el derecho a tener un caballo, no sé dónde lo pondría.
La mejor manera de caracterizar los derechos humanos es identificar los resultados de lo que estamos tratando de garantizar. Entre éstos figuran las libertades fundamentales como la libertad de expresión y la libertad de acceso a la información – y éstas no están necesariamente unidas a ninguna tecnología particular en un momento particular. De hecho, hasta el informe de Naciones Unidas, que fue ampliamente celebrado por declarar un derecho humano el acceso a Internet, reconoció que Internet era valiosa como un medio para un fin, no como un fin en sí mismo.
¿Y la afirmación de que el acceso a Internet es o debería ser un derecho civil? Puede aplicarse en este caso el mismo razonamiento anterior -el acceso a Internet siempre es sólo una herramienta para obtener otra cosa más importante- aunque admito que el argumento de que es un derecho civil tiene más fuerza que el argumento de que es un derecho humano.
Después de todo, los derechos civiles son diferentes de los humanos porque nos son conferidos por la ley, no son inherentes a nosotros como seres humanos.
Sin embargo, todos estos argumentos filosóficos pasan por alto una cuestión más fundamental: la responsabilidad que tienen los propios creadores de la tecnología de apoyar los derechos humanos y civiles.
Internet ha introducido una plataforma sumamente accesible e igualitaria para crear, compartir y obtener información a escala global. Por lo tanto, tenemos nuevas formas de permitir que las personas ejerzan sus derechos humanos y civiles..