La problemática de los chicos de la calle es un tema remanido del que hablan todos: funcionarios, especialistas, periodistas, testigos, ciudadanos molestos y vecinos conmovidos.
Felipe Castellanos tiene 18 años; Héctor Díaz, 17. Ambos atravesaron una historia en común: desde los 8 años, sobrevivieron en las calles de la ciudad de Santa Fe, durmieron en las plazas o en la terminal, soportaron el frío, la lluvia, la soledad y los peligros. Esta vez, los que hablaron fueron ellos.
En los últimos años encontraron El Refugio de barrio Candioti, un lugar donde puede alimentarse, dormir y aprender una serie de actividades. Felipe cursa el tercer año en el EMPA de la Escuela. Héctor espera ansioso poder comenzar a estudiar a partir de 2012.
Participan del Programa Verano Joven y del taller de fotografía que se dicta en El Refugio, donde realizaron postales que son vendidas en distintas ferias de artesanos de la ciudad. “Con ese dinero vamos al cine y ahorramos para hacer algún viaje. Así conocimos Carlos Paz”, relata Felipe.
Aseguran que se conmueven cuando ven a otros chicos sufrir la situación de estar en la calle: “Nosotros sabemos de qué se trata y quisiéramos ayudarlos a todos”.
Hoy están orgullosos por todo lo que lograron y sueñan con un futuro diferente.