Este informe fue publicado en LT10.com.ar. Y vale la pena leerlo.
El domingo 28 de abril será la primera de cinco posibles elecciones que tendrán este año como protagonistas a 2.669.696 ciudadanos de la provincia de Santa Fe. No todos piensan igual, ni atravesaron por las mismas experiencias. Algunos, nacieron cuando el mundo recién salía de la pesadilla de la Segunda Guerra Mundial. Otros, crecieron viendo la televisión blanco y negro. Finalmente, muchos no conciben la vida sin los teléfonos inteligentes e internet.
Un primer dato a tener en cuenta, por ejemplo, es que más de la mitad de los votantes de la provincia, pertenecen a generaciones distintas a las de la mayoría de los candidatos a gobernador. De las ocho personas que aspiran a llegar a la Casa Gris, cuatro tienen entre 59 y 75 años (ver infografía). Sin embargo, el grueso del electorado pertenece a la franja que se ubica entre los 25 y los 54 años.
¿Cómo convencer a generaciones con historias tan diferentes?, ¿cómo hablar de la necesidad de un trabajo estable, a jóvenes de entre 18 y 25 años para quienes la estabilidad laboral suele ser sinónimo de fracaso o aburrimiento?, ¿de qué manera influyen en los discursos temas tan sensibles como el aborto o la forma de vivir la sexualidad?, ¿están los candidatos preparados para convencer a un electorado que piensa y evalúa la realidad de manera tan diversa?
A la hora de determinar cómo está conformado ese padrón electoral, existen datos importantes a tener en cuenta: el 55,54% de los votantes tiene entre 25 y 54 años Es decir, pertenecen a las generaciones conocidas como Milennials y Generación X.
Los Milennials (25 a 37 años) nacieron entre 1982 y 1994. Y si bien cada individuo tiene sus particularidades, existen ciertos rasgos comunes a tener en cuenta y que diferencian a esta generación de las anteriores.
Se trata de una franja de población que mayoritariamente creció en los albores de internet, los teléfonos celulares y las redes sociales. Por eso tienen mejor manejo de estas tecnologías de la comunicación que sus mayores.
Pero no sólo la tecnología marca la diferencia. En realidad, el principal rasgo de esta generación es que vivieron tiempos menos duros que sus padres. Los miembros de esta generación seguramente crecieron escuchando de sus padres que “antes la vida era más dura” y resultaba necesario esforzarse para salir adelante.
Un tercer rasgo distintivo es que se suman a la vida laboral más tarde que sus mayores y que, gran parte de ellos, descree de instituciones como el matrimonio.
Mientras tanto, la Generación X (38 a 54 años) nació entre 1965 y 1981. Son los hijos de quienes vivieron en la Argentina, por ejemplo, el surgimiento y la proscripción del peronismo, los enfrentamientos armados, la existencia del “partido militar” como alternativa viable de gobierno.
Esta generación vio de cerca el surgimiento de la tecnología de la información. Sin embargo, son producto de una era analógica y no de la era digital. Crecieron viendo la televisión blanco y negro y la aparición del color, el surgimiento del cable y de señales globales como MTV o CNN. Vieron caer el Muro de Berlín y las viejas utopías que llevaron sus mayores como bandera.
Si internet no funciona, saben cómo arreglárselas. Por lo general, están acostumbrados a encontrar soluciones a problemas que, para las nuevas generaciones, parecen imposibles de resolver.
Los más grandes y los más chicos
El 12,25% del padrón electoral santafesino, está conformado por jóvenes de 18 a 24 años. Se trata de una generación conocida como Centennials (nacidos a partir de 1995).
¿Cómo son…? En primer lugar, son totalmente digitales. No comprenden del todo el mundo analógico. Están acostumbrados a encontrar respuestas y soluciones de manera inmediata a través de una pantalla.
Para tener en cuenta en Santa Fe: no saben quién fue Carlos Reutemann, qué fue la privatización del Banco Provincia. Apenas escucharon hablar de un tal Carlos Menem, de la Convertibilidad, la Alianza o Domingo Cavallo.
Todo discurso político en este sentido, no tendrá demasiado sentido para los Centennials. Simplemente, porque no les interesa.
Son autodidactas. Están acostumbrados a aprender a través de tutoriales de Internet. No se sienten cómodos conversando cara a cara, casi no usan el teléfono. Si no les interesa lo que ven, lo desechan en cuestión de segundos.
Según una investigación realizada por la consultora IPSOS y publicada por el diario Perfil, los Centennials perciben la sexualidad de una forma diferente. Su mirada sobre el género, el sexo y la identidad son menos rígidas. Muy pocos consideran que “son heterosexuales en su totalidad” y prefieren vivir el sexo sin tantos rótulos.
La posición de los candidatos con respecto al aborto o a la educación sexual es un tema que interesa a esta generación. Pero llamativamente estos temas parecen haber sido borrados de los discursos de campaña.
Finalmente, el 19,46% de los votantes de Santa Fe pertenecen a la generación conocida como Baby Boomers (nacieron entre 1949 y 1964).
Se trata de personas que crecieron cuando los partidos políticos tenían importancia, cuando no existían frentes electorales -o eran minoría-, y cuando se votaba al partido y no al candidato.
Muestran fuerte respeto por las estructuras corporativas, por las cadenas de mando y siguen pensando que lo mejor que le puede suceder a una persona es desarrollar toda su carrera dentro de una misma empresa o puesto de trabajo, hasta alcanzar la jubilación.
Tienen gran capacidad para el sacrificio, valoran la estabilidad y afrontan dificultades a la hora de enfrentarse con los medios digitales. Se les define más bien como una generación práctica. El trabajo es trabajo y se realiza más allá de la motivación o los gustos. En muchos casos, priorizan la seguridad material por sobre el ocio y el hecho de disfrutar de la vida.
A esta generación pertenecen 4 de los precandidatos a gobernador que se presentarán en las elecciones santafesinas del próximo 28 de julio: Antonio Bonfatti (FPCyS), María Eugenia Bielsa (PJ), Omar Perotti (PJ) y Juan Martino (Alianza Espacio Grande).