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La cantidad de familias con niños desnutridos en el Gran Santa Fe en junio de este año era tan grande, que la Fundación Conin trabajaba en ese momento con listas de espera. Tres meses después, la realidad es todavía peor: la demanda es tan profunda y requiere tanto tiempo de acompañamiento, que decidieron suspender la derivación de casos desde hospitales y centros de salud hacia esta Ong, que atiende situaciones de desnutrición infantil.
Según los datos dados a conocer por el Indec, el 80,71% de los menores de 14 años que viven en el Gran Santa Fe subsisten por debajo de la línea de pobreza. Se trata de una proporción que supera por 11 puntos al promedio nacional (el 69,68% de los chicos menores de 14 años en la Argentina son pobres).
“Los chicos que llegan a la institución son derivados desde centros asistenciales y el Hospital de Niños. Pero les tuvimos que pedir que no nos derivaran más casos, hasta tanto podamos ir dando de alta a estos casos. Lo que pasa que es muy difícil dar de alta, cuando la situación familiar no acompaña. No logramos las altas que quisiéramos, porque la situación familiar empeora. Es muy difícil”, advirtió la responsable de Conin Santa Fe, Mercedes Depetris.
– Más allá de estos números del Indec, ¿con qué se encuentran ustedes día a día en Santa Fe?
– El deterioro se ve día a día. Nosotros tenemos familias que vienen participando de este proceso y las vemos cada vez más deterioradas. Familias que el año pasado tenían dos comidas al día, hoy comen una sola vez al día y a la noche una taza de mate cocido con leche. Esa es la realidad.
Y todo lo que conlleva la disminución del poder adquisitivo, producto de la inflación. También se suman un montón de otros factores, de otras problemáticas sociales, como las adicciones, la violencia familiar. Es decir, es todo un combo que va en deterioro.
– Si tuvieras que describir la foto de hoy con un adjetivo, ¿cuál elegirías?
– Yo elijo un sustantivo: desesperación.
A mayor pobreza, más violencia y adicciones
La Fundación Conin realiza un abordaje integral no solo de los niños desnutridos, sino también de sus familias. De esta manera, logran un contacto directo con los entornos y cuentan con datos que reflejan la realidad de manera profunda.
“Nuestros asistentes sociales, los psicopedagogos, todos son los que ven caso por caso y notamos un aumento en las adicciones, en la violencia familiar. Es alarmante ver cómo el problema no es solo nutricional, que es en lo que siempre ponemos el foco.
Depetris advirtió que “muchos casos son graves, situaciones graves por las que tenemos que apoyarnos en la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia. También hay violencia de género. Ellos nos ayudan con los casos más graves”.
“Nosotros hoy atendemos 120 familias, de las cuales el 99% son indigentes en este momento. Sumando los ingresos de toda la familia, no llegan a cubrir la canasta familiar alimentaria”, insistió.
– ¿Te sorprendió que el 80% de los chicos menores de 14 años de Santa Fe estén por debajo de la línea de pobreza?
– No sé si me sorprende. Por lo que nosotros veníamos viendo, sabíamos que iba a aumentar la pobreza con respecto al segundo semestre del 2023. Lo vemos todo el tiempo: los que antes eran pobres, hoy son indigentes.
Ya no derivan niños desnutridos desde los hospitales
La demanda de atención que requieren los niños desnutridos y sus familias en estos momentos es tan profunda, que desde los hospitales suspendieron la derivación de nuevos casos a la Fundación Conin.
– ¿Qué ocurre con esos casos que no pueden ser derivados?
Supongo que la parte nutricional y pediátrica se siguen atendiendo en los hospitales. A los casos graves nosotros los tomamos igual, pero cuando se trata de situaciones que se pueden controlar desde un centro asistencial o desde el hospital, tratamos de que no entren en el programa. El programa incluye mucho más que la atención pediátrica.
Eso es lo que no podemos hacer, atenderlos. Entonces, se toman como casos ambulatorios, solo con el control pediátrico y el control nutricional.
– ¿Qué porcentaje de los chicos sufre desnutrición aguda y cuántos padecen desnutrición crónica?
– Si bien aún no contamos con las estadísticas de 2024, en la mayoría de los casos que atendemos los niños padecen desnutrición aguda.
– ¿Qué implica para un chico sufrir desnutrición aguda?
Significa que ni el peso, ni la talla, son adecuados a la edad. Tienen una falta nutricional que no les permite crecer en talla y en peso.
– ¿Cuáles pueden ser las consecuencias futuras para esos niños?
El 80 por ciento del desarrollo del sistema neuronal se produce en los dos primeros años de vida. Cuando faltan nutrientes, ese desarrollo es pobre. No se alimenta el cerebro, y eso no le va a permitir a un chico desarrollarse completamente.
La misión de Conin es lograr igualdad de oportunidades en el desarrollo cognitivo, para que luego puedan elegir con libertad el camino a seguir.
Pero ese chico que no tiene nutrientes, no tiene igualdad de condiciones. No va a ser un chico que pueda terminar un colegio o aprender un oficio, como para el día de mañana tener un futuro mejor
– ¿No va a poder?
– No, no va a tener la capacidad. No tendrá la capacidad de comprender un texto. Habrá un montón de carencias.
En estos momentos, llega la ayuda del Estado
Durante la primera mitad del año, se supo que en depósitos del Ministerio de Capital Humano de la Nación se almacenaban toneladas de alimentos a punto de vencer, que no habían sido distribuidos a pesar de la crisis social y económica.
Luego de negar insistentemente esta situación, el Gobierno nacional terminó reconociendo la existencia de estos alimentos y se comprometió a distribuirlos a través de los centros Conin en todo el país. Si bien la comida llegó a los centros Conin de Rosario, no sucedió lo mismo en la ciudad de Santa Fe.
Sin embargo, Depetris destacó que en estos momentos la situación cambió: “Hoy estamos recibiendo del Gobierno nacional y del Gobierno municipal ayuda alimentaria, que nos permite entregar bolsones”.
Conin no es una organización asistencial. Sin embargo, “este año tuvimos que salir a entregar bolsones de comida, porque hay una necesidad urgente en esas familias. Y hemos recibido ayuda. Estamos dentro del Plan Alimentario Nacional, estamos adentro de la ayuda alimentaria de la Municipalidad. El Municipio nos ayudó también a abrir un centro de atención en San Agustín”.
Según explicó Depetris, la Municipalidad de Santa Fe contribuye también con profesionales para atender la demanda. Además de San Agustín, la Fundación Conin Santa Fe cuenta con centros en Santa Rosa de Lima y en Varadero Sarsotti.
“Este año salimos a pedir ayuda por todos lados. La Provincia, a través del Ministerio de Trabajo, nos está ayudando con los talleres de Santa Fe Capacita. Esto permite que las madres de los niños desnutridos puedan certificarse en ciertas habilidades, para darles herramientas que les permitan producir y salir a vender lo producido”.