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Gobernar con los votos de los barrios del centro y del este de Santa Fe -donde habitan los sectores sociales más favorecidos-, sabiendo que si no se mejoran las condiciones de los más postergados del oeste y noroeste de esta ciudad, la convivencia entre unos y otros puede tornarse prácticamente inviable. Este será, posiblemente, el mayor desafío que deberá enfrentar Juan Pablo Poletti, si se convierte en el nuevo intendente de la capital de la provincia.
No se trata de una especulación antojadiza, ya que así lo indican los resultados de la primera vuelta que reflejaron marcadas diferencias entre los distintos frentes y candidatos en pugna.
Unidos para Cambiar Santa Fe -donde triunfó Poletti- obtuvo 137.513 votos, mientras que el peronismo nucleado en Juntos Avancemos -donde ganó Ignacio Martínez Kerz– apenas logró reunir 16.798 votos. Es decir, ocho veces menos sufragios.
Incluso si a los votos del peronismo se les sumaran los de Viva la Libertad (4.841) y Proyecto Futuro (5.064), este conglomerado de partidos obtendría tan solo 26.703 votos. Es decir, cinco veces menos de los que lograron los candidatos de Unidos para Cambiar Santa Fe.
Poletti llega a estas instancias, básicamente, con un enorme caudal de votos obtenidos en barrios del centro y del este de la ciudad; mientras que el actual intendente, Emilio Jatón, logró el apoyo en gran parte de las zonas periféricas, donde se extienden los mayores índices de pobreza, indigencia, violencia y también carencias de infraestructura y servicios básicos.
Otra vez, los datos son incontrastables. Solo a modo de ejemplo, en la escuela Mariano Moreno (barrio Candioti Sur), Poletti superó a Jatón por 501 votos a 242 votos; en la Oscar Abdala (Candioti Norte), fue 310 a 118; en la Manuel Belgrano (barrio Sur), 469 a 163; en la Simón de Iriondo (zona centro), 553 a 217; y en la José de Amenábar (sector de la costanera santafesina), el resultado fue de 751 a 335 votos, siempre a favor del exdirector del Cullen.
En cambio, Jatón triunfó en escuelas del oeste y noroeste de esta capital: en la Raimundo Peña (Blas Parera al 5900), el actual intendente ganó por 375 a 252 votos; en la Zapata Gollán (noroeste), 868 a 449; en la Juan Manuel Gálvez (Blas Parera 10055), 604 a 524, y en la Boruat (Aguado 2901), 357 a 234.
Santa Fe: una ciudad partida en dos
Frente a este escenario, Juan Pablo Poletti se enfrentará a un enorme desafío que, seguramente, marcará su futura gestión: gobernar una ciudad gracias a los votos de los sectores medios y altos, sabiendo que en un contexto de pobreza, falta de infraestructura y de oportunidades, la convivencia entre unos y otros se torna compleja y, por momentos, prácticamente inviable.
Según datos del Movimiento Los Sin Techo, alrededor de 100.000 personas viven en un contexto de marginalidad en la ciudad de Santa Fe, donde existen alrededor de 1.300 ranchos.
Siempre a partir de datos de Los Sin Techo, en esos barrios -en los que en general no ganó Juan Pablo Poletti- apenas el 30% de los adolescentes termina sus estudios secundarios en tiempo y forma; la primaria se completa con bajos niveles de lectura y escritura; y las salidas laborales suelen generarse por fuera de la formalidad: cirujeo, changas, trabajos temporales en la construcción o en el servicio doméstico.
Hasta fines de 2022, se contabilizaban en estos barrios unas 8.000 familias (alrededor de 40.000 personas) viviendo en la indigencia. La pobreza, en cambio, alcanzaba a unos 56.000 hogares.
Según datos oficiales del Ministerio de Seguridad de la Provincia, en los barrios donde no triunfó Juan Pablo Poletti se produce la mayoría de los hechos de violencia altamente lesiva: homicidios o heridos con armas de fuego.
En 2022, el 55,8% de los hechos más violentos se produjeron en un territorio que apenas ocupa el 12,6% de la ciudad de Santa Fe. Mientras que el promedio de la ciudad es de 1,06 víctimas de violencia altamente lesiva por kilómetro cuadrado, en estas zonas la cifra es de más de 10 víctimas por kilómetro cuadrado.
Se trata de los barrios Tablada Nueva, San Agustín y Abasto; Cabal y Las Lomas; Roma, Santa Rosa de Lima y San Lorenzo; Acería, Yapeyú y Loyola Sur; Barranquitas, Alto Verde Centenario y Varadero Sarsotti.
Durante la actual gestión municipal, se ejecutaron o se están ejecutando obras públicas en estos barrios más desfavorecidos por alrededor de 5.000 millones de pesos, a partir de fondos propios, provinciales o nacionales. Tal vez sea este uno de los motivos por los que Emilio Jatón resultó el precandidato más votado en el oeste y noroeste de la ciudad de Santa Fe.
Entre las obras terminadas aparece la puesta en valor del Bulevar 12 de Octubre en barrio Yapeyú (146 millones de pesos).
En ejecución se encuentran proyectos como obras de infraestructura, saneamiento y espacios públicos en San Agustín, Loyola Norte, la Ranita y Yapeyú (750 millones); readecuación vial y ampliación de desagües pluviales y cloacales en barrio Padre Atilio Rosso (508 millones); intervención integral en barrio Los Hornos (736 millones); intervención integral en barrio Transporte y Villa Elsa (507 millones); intervención integral en barrio 29 de Abril (2.000 millones); entre otras.
Existen otros proyectos elaborados -no licitados- por alrededor de 3.700 millones de pesos para estos barrios de la ciudad de Santa Fe.
Este parece ser el gran reto en el horizonte de Juan Pablo Poletti, en caso de que se convierta en el nuevo intendente de Santa Fe: responder a sus votantes, y convencerlos de que no existen demasiado margen para descuidar a quienes habitan en los barrios donde muchos votaron por otro.
Es que, en definitiva y aunque en muchos casos no lo parezca, la ciudad es una sola.
