Esta nota fue publicada en Aire Digital.
El miércoles 6 de enero pasado algunos de los principales caminos y accesos a las grandes ciudades de la provincia de Santa Fe se encontraban bloqueados por pescadores que reclamaban contra la veda ordenada por la Justicia. Ese mismo día, el gobernador Omar Perotti visitaba la Central de Emergencias 107 de esta capital y, en lugar de hablar sobre este problema que aquejaba a miles de personas, se refirió al proyecto de Ley de Conectividad que envió el gobierno a la Legislatura y reclamó de la oposición que sea tratado cuanto antes.
Seis días después, en una entrevista realizada en Aire de Santa Fe y cuando se le preguntó sobre el retorno de las clases presenciales, el gobernador volvió a hablar de la conectividad en la provincia y resaltó su importancia en materia educativa.
Y cuando en esa misma entrevista se lo consultó sobre su principal objetivo de gobierno, recayó otra vez en la palabra conectividad: “Para nosotros es tan importante como lo fue el ferrocarril. Con conectividad hay telemedicina desde cualquier punto de la provincia. Conectividad también es arraigo, porque permite trabajar desde cualquier punto de la provincia. Las empresas para radicarse piden gas, energía y enseguida preguntan si la señal de Internet es buena”.
No importa el momento, el contexto, ni el lugar. Cada vez que puede, Perotti habla de su proyecto de mejorar la conectividad en el territorio de Santa Fe, un tema que al gobierno no le resulta sencillo instalar por razones obvias: en medio de una pandemia, con una crisis económica lacerante y en medio de un clima asfixiante de inseguridad, hablar de internet y conectividad parece una cuestión extemporánea y hasta superficial.
Sin embargo, y más allá de las dificultades del gobierno para convencer al ciudadano común de la importancia de este tema, es real que sin conectividad las posibilidades de desarrollo social, crecimiento económico y mejora de la calidad de vida, se enfrentan a un verdadero escollo.
Más allá de las dificultades del gobierno para convencer al ciudadano común de la importancia de este tema, es real que sin conectividad las posibilidades de desarrollo social, crecimiento económico y mejora de la calidad de vida, se enfrentan a un verdadero escollo.
Sólo a modo de ejemplo, durante los últimos días robaron cables de la empresa Telecom en algunos barrios de la ciudad de Santa Fe. Los vecinos de estas zonas parecen poder convivir con la falta de teléfono, pero reclaman urgentes soluciones porque se quedaron sin internet.
En materia pedagógica la pandemia de coronavirus dejó al descubierto enormes falencias en este sentido. El 50% de los chicos menores de 18 años de la provincia de Santa Fe no cuenta con servicio de Internet fija en su casa y que en 78 localidades -abarcan a 76.500 santafesinos- este servicio no existe. Si bien todas las escuelas cuentan con conectividad para sostener la “Internet administrativa”, sólo el 28% de los establecimientos tiene “Internet pedagógica”, lo que impide que los chicos puedan utilizar herramientas digitales en las aulas.
Desde el punto de vista de la atención médica, una mejor conexión evitaría el traslado de miles de santafesinos que se ven condenados a viajar hasta las grandes ciudades para ser atendidos por cuestiones menores que podrían ser resueltas a distancia.
Las posibilidades de desarrollo del agro, con el impacto que esto representa para una provincia como Santa Fe que abarca gran parte de la denominada “zona núcleo”, también están atadas a la conectividad.
El especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi, Juan Pablo Vélez, asegura que la conectividad es decisiva para poder tomar decisiones en tiempo real en el campo. Desde hace años, los establecimientos más avanzados vienen incorporando tecnología de punta que permite incrementar la productividad en cada uno de los sectores. En tiempo real y a distancia, se puede saber cuánto alimento ingiere una vaca en particular, cuánto camina por día y cuál es su producción de leche. Así, es posible detectar animales que pueden estar enfermos o que requieren alguna atención especial.
Las cosechadoras generan un gran volumen de información, como verdaderas máquinas de datos. En un informe publicado por el diario Clarín, el asesor agronómico Carlos Grosso -trabaja en Santa Fe y en Córdoba- afirmó que “siempre se habla de la siembra directa y la biotecnología, pero una gran parte del desarrollo que tuvo la agricultura argentina se relaciona con la mejora de la conectividad y la aparición de los celulares. Sin esta infraestructura, los productores cordobeses no habrían podido crecer en Santiago del Estero y muchos otros en el NOA”.
Durante 2020 y a raíz de la pandemia, los rubros bancarios, financieros y comerciales mostraron los mayores crecimientos en materia de utilización de nuevas tecnologías. Se podría pensar que estos avances sólo representaron ventajas empresariales, pero lo cierto es que miles de personas en todo el país pudieron incorporar servicios digitales -desde jubilados, hasta beneficiarios de planes sociales- que les resultaban desconocidos hasta hace apenas un año.
La discusión política está trabada
A estas alturas de las circunstancias, nadie que esté medianamente informado y en condiciones de mirar más allá de esta coyuntura de crisis sanitaria y económica puede dudar de que una mejor conectividad resulta imprescindible para que la provincia tenga posibilidades reales de desarrollo y crecimiento.
Sin embargo, y como viene sucediendo en distintas áreas, este debate se encuentra prácticamente paralizado en la Legislatura de la Provincia.
Según a quién se consulte, hay miradas divergentes. Según el gobierno, las demoras se deben a un supuesto interés de la oposición por colocar trabas a la gestión de Omar Perotti. Sin embargo, desde la oposición remarcan que este gobierno no se caracteriza por el diálogo y por brindar información clara sobre sus proyecto
En los últimos días, por ejemplo, el bloque socialista de la Cámara de Diputados emitió un comunicado en el que asegura que funcionarios del Gobierno de Santa Fe suspendieron tres reuniones previamente acordadas para debatir este tema los dos proyectos enviados por el Ejecutivo sobre este tema. Uno de estos proyectos propone un endeudamiento provincial por 100/120 millones de dólares.
La diputada socialista Clara García hizo diversas preguntas y pedidos:
• ¿Cuál es realmente el programa a desarrollar, ya que cita varios nombres y contenidos, y sólo se acompaña un perfil de proyecto a título enunciativo pero no vinculante?
• Que se adjunte un documento detallado y a nivel definitivo que precise la tecnología para la conectividad, la tecnología y modo de tendido de fibra óptica, la infraestructura de nodos, la cantidad de radio enlaces, el tipo y tecnología redes wifi, los equipamientos, las obras civiles, la estructura de mantenimiento de red, soporte y capacitación técnica, entre otros.
• Se aclare si el préstamo será de U$S 100 ó 120 millones y cuáles son las condiciones definitivas que aprobó la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).
• ¿Por qué no se citan en el Presupuesto 2021 los U$S 24 millones que debe aportar la Provincia?
• ¿Será el Ministerio de Gestión Pública (a través de una Unidad de Gestión) o el Ministerio de Infraestructura (a través de la SAPEM) el que licite los bienes y servicios por U$S 124 millones?
• ¿Cuál será el organismo que opere los servicios de conectividad? ¿Lo hará por administración o concesionando a una prestadora privada?
• ¿Cuál es el programa educativo que se propone para la inclusión digital y si será utilizada la plataforma educativa integral, ya desarrollada por la provincia en software libre?
• ¿Cómo se vincula este Programa con la planificación estratégica nacional y los programas nacionales que actualmente aportan a las provincias recursos para la conectividad: Argentina Unida (desarrollo para barrios populares), Acceso a TICs en zonas adversas, entre otros?
• ¿Cuál es la participación de Santa Fe en la tercera etapa de la red federal de fibra óptica y en el Plan plurianual de espectro?
A primera vista, éstas y preguntas de la oposición parecen tan válidas como el interés del gobierno por avanzar de una vez por todas en un plan que mejore la conectividad en la provincia de Santa Fe y favorezca las posibilidades de crecimiento social, científico y económico.
Sin embargo, mientras el tiempo no sobra y la necesidad de lograr un desarrollo genuino se torna acuciante, este debate -como tantos otros en Santa Fe- se encuentra paralizado.