Esta nota fue publicada en www.airedesantafe.com.ar
Fue una jornada frenética, vacilante, contradictoria y sintomática para el peronismo de la provincia de Santa Fe. Sucedió este jueves 21 de noviembre, cuando apenas faltaban 19 días para que Omar Perotti asumiera como nuevo gobernador de la provincia.
Las diferencias no son nuevas. De hecho, tanto en el momento del armado político, como a lo largo de la campaña, los perfiles divergentes entre los “distintos peronismos” representaron un tema de preocupación interna. Sin embargo, en pocas oportunidades quedaron tan al desnudo como sucedió este jueves.
El día arrancó con un encuentro de aproximadamente 600 dirigentes del partido en un salón de la zona del puerto de Santa Fe. Allí estuvieron todos –o casi todos- bajo la consigna de dar una muestra de unidad. Por ese motivo, los discursos giraron en torno de esta idea.
Se pronunciaron algunas frases hechas, como por ejemplo que necesario trabajar “por la unidad en la diversidad”. Y otras que resonaron con más fuerza y creatividad, como la del presidente del partido, Ricardo Olivera, que dijo: “Hay que bancar a Omar y Alejandra. Hay que bancar la unidad hasta que duela”.
La primera lectura de lo que sucedió en el puerto de Santa Fe es bastante obvia: a nadie se le ocurriría organizar una reunión para demostrar unidad, si la unidad no estuviera en dudas.
El segundo capítulo
Pero este encuentro fue apenas el aperitivo para lo que luego sucedería en la Legislatura de la Provincia, donde la Ley de Presupuesto 2020 terminó convirtiéndose en un verdadero termómetro de qué es lo que sucede en las filas peronistas.
Omar Perotti pidió en su momento a Miguel Lifschiz que no enviara el proyecto de Presupuesto a la Legislatura, aduciendo que no tendría demasiado sentido que un gobierno que se va, defina de qué manera deberá utilizar los recursos el gobierno que viene. La idea del gobernador electo sonaba lógica. Y apuntaba a que el proyecto fuera redactado por la nueva administración.
Sin embargo, algunos peronistas en el Senado pidieron a Lifschitz que cumpliera con los términos legales y enviara el proyecto. El actual gobernador no dudó en hacerlo. Seguramente, explotando esta grieta peronista.
A primeras horas de la tarde de este jueves, los senadores del peronismo se encerraron en una sala de la Cámara alta para discutir este tema. Unos salían. Otros entraban. Todos con gestos adustos. Hasta que llegó la futura vicegobernadora, Alejandra Rodenas.
Un grupo de presidentes comunales del PJ intentó ingresar a la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria para hacer escuchar sus voces sobre el Presupuesto, pero se les impidió hacerlo. Incluso, fue necesaria la presencia de algunos policías para contenerlos.
“Votaron una ley de 1.200 fojas presentada ayer a la tarde, sin siquiera tomarse el tiempo necesario para leerla, a sobre cerrado y sobre tablas”, afirmaron los presidentes comunales. Y después dispararon: “Entre Traferri y Lifschitz hay más que un acuerdo político”.
Lo cierto es que, a la hora de la verdad y en el recinto de sesiones, los senadores peronistas Armando Traferri -jefe del bloque del PJ e impulsor de la candidatura de Alejandra Rodenas- Guillermo Cornaglia, Rubén Pirola, Joaquín Gramajo, José Baucero y Osvaldo Sosa, votaron a favor del Presupuesto 2020 elaborado por el socialismo. El mismo proyecto presentado a pesar del pedido de Omar Perotti de que no fuera enviado a la Legislatura.
Del otro lado, los peronistas Eduardo Rosconi, Alcides Calvo, Ricardo Kaufmann, Cristina Berra y Danilo Capitani votaron por la negativa, en consonancia con el pedido de Perotti.
En la sala de enfrente
Mientras tanto, a pocos pasos del Senado, el peronista Leandro Busatto presentaba en la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Ministerios que, entre otros puntos, reduce de 14 a 12 las carteras que funcionarán a partir del 11 de diciembre. Como era de esperar, el proyecto fue rápidamente aprobado en la Cámara baja y luego en el Senado.
Sin embargo, lo incongruente es que mientras el peronismo presentaba en Diputados un proyecto de ley para que funcionen 12 ministerios, seis senadores del mismo partido avalaban un Presupuesto pensado para que existan 14 ministerios.
Mientras el peronismo fue oposición e, incluso, a lo largo de la campaña, la grieta peronista era básicamente un problema de los peronistas.
Mientras el peronismo fue oposición e, incluso, a lo largo de la campaña, la grieta peronista era básicamente un problema de los peronistas.
Sin embargo, a partir de ahora Omar Perotti tendrá la difícil tarea de evitar que las diferencias dentro de su partido terminen perjudicando los intereses de la provincia.
Lo que sucedió en la Legislatura durante este jueves 21 de noviembre, a 19 días del traspaso de mando, representa una luz de alerta: pérdida de tiempo, de recursos humanos, de energías y, en definitiva, la aprobación de dos proyectos que –a pesar de que se esfuercen por negarlo- resultan en gran medida contradictorios.
La grieta está planteada. Los motivos reales –más allá de una catarata de especulaciones- no quedan del todo claros. Las diferencias internas no representan un problema en sí mismas, siempre y cuando no terminen entorpeciendo la marcha de una provincia que, como el resto del país, tiene por delante desafíos que son enormes.