Al fin llegaron. Por fin pudieron abrazar a esos niños que desde hace rato los consideran suyos, aunque los trámites de adopción no hayan concluido. Los cinco padres argentinos que se aventuraron la semana pasada y viajaron rumbo al infierno haitiano lograron el primer objetivo.
Entre ellos está Gustavo Corroto, el joven de Sunchales que ya es padre de dos hijos adoptivos. Su esposa Fany, confirmó desde Sunchales que su marido pudo viajar desde Santo Domingo, República Dominicana, hasta Puerto Príncipe.
“Nadie los quería llevar por tierra. Les decían que era muy arriesgado. Sin embargo, se encontraron con un grupo de periodistas internacionales, les contaron su historia y decidieron llevarlos en el avión de prensa que permanentemente une las dos ciudades”, dijo Fany.
Cuando Gustavo llegó al orfanato -que hoy es apenas una gran carpa- se encontró con Eric, el pequeño de 9 meses. Si bien está fuera de peligro, sufre conjuntivitis, algunos problemas respiratorios y diarrea, por lo que tiene bajo peso y corre el riesgo de deshidratarse.
“Mi marido llevó medicamentos y se quedó allí, con los otros padres. La idea es no regresar sin los chicos, por lo que hoy iniciaban una serie de trámites para lograr el objetivo”, resaltó. Ayer, la directora del orfanato regresó desde los Estados Unidos, hacia donde viajó llevando a varios niños adoptados, por lo que esperan que los trámites puedan acelerarse.
Fany y Gustavo se comunican vía por internet gracias a Skipe, pues cualquier otro medio de contacto está interrumpido.
“Si no íbamos, no hubiéramos podido seguir viviendo”, insistió Fany.
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