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Contaminación en la Laguna Setúbal: una cláusula de confidencialidad impide acceder a información precisa

Durante 2024 se denunció la presencia de un basural junto a la Laguna Setúbal en la ciudad de San José del Rincón. Debió intervenir el Ministerio de Ambiente de la Provincia para erradicarlo.

Estas medidas se tomaron teniendo en cuenta distintos factores: la altura de la Laguna, las zonas de mayor o menor riesgo para los bañistas, y los análisis de la calidad del agua realizados desde la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, a pedido de la Municipalidad de Santa Fe.

Durante 2024 se denunció la presencia de un basural junto a la Laguna Setúbal en la ciudad de San José del Rincón. Debió intervenir el Ministerio de Ambiente de la Provincia para erradicarlo.

Desde el Municipio reconocen que se detectaron distintos niveles de contaminación en el agua. Sin embargo, cuando se solicita el acceso a datos concretos, niveles de contaminación y características de los contaminantes en cada zona de la Laguna, la respuesta es que se trata de datos confidenciales.

Esta cláusula de confidencialidad aparece en el convenio firmado entre la Municipalidad de Santa Fe y la Universidad Nacional del Litoral, donde se advierte que no se permite la difusión total o parcial del informe, sin autorización. Y que el Laboratorio, la Facultad de Ingeniería Química y la UNL, no se hacen responsables del mal uso de esta información.

¿Cuál es el grado de contaminación de los distintos sectores de la Laguna?, ¿qué tipo de contaminantes se detectan?, ¿existen conexiones cloacales clandestinas y contaminación bacteriológica?, ¿hay presencia de plásticos, metales peligrosos u otro tipo de contaminantes?

Estas son, apenas, algunas de las preguntas sin respuestas claras y oficiales desde hace décadas en Santa Fe. La falta de información sobre el estado del agua de la Laguna se replicó en cada una de las gestiones municipales.

La Costanera Este es el único sector de la Setúbal habilitado como balneario. En el resto de las playas, se prohíbe el ingreso al agua.

Fuentes de la actual gestión local, aseguraron a AIRE que el último decreto de habilitación de playas encontrado, data de 2017, a pesar de que en los años subsiguientes se realizaron anuncios públicos sobre habilitación de playas y solariums en la Setúbal. Tampoco se hallaron registros con los resultados de los análisis realizados al agua de la Laguna durante los últimos años.

A diferencia de sus antecesores, Juan Pablo Poletti decidió firmar un decreto para dejar asentadas las decisiones del Municipio en el momento de habilitar las diferentes playas como balnearios o como solariums durante la temporada 2025.

Décadas de preocupación y sin información precisa

En septiembre de 2022, integrantes del Movimiento por el Agua (Mopea), expresaron públicamente su preocupación por el estado de los desagües pluviales que desembocan en la Laguna, donde encontraron agua negra estancada y “con un fuerte olor”, según los registros periodísticos.

En aquel momento, se realizó junto al Faro de la Costanera Oeste un encuentro de vecinos y profesionales vinculados con la problemática. Matías Machtey, integrante de Mapea, aseguró a AIRE que “existen conexiones clandestinas que conectan los desagües cloacales e industriales a los mismos conductos subterráneos por los que escurre el agua de lluvia”, y advirtió que hay en total 19 desagües pluviales que desembocan en la Setúbal, desde calle Matheu, hasta el Puente Colgante”.

Durante la segunda mitad de 2020, frente a la bajante histórica de la Laguna, el concejal Carlos Suárez sugirió que se realizaran las inspecciones correspondientes, ya que los desagües pluviales habían quedado expuestos y era una buena posibilidad para controlar si existían conexiones clandestinas. También expresaron su preocupación otros concejales del peronismo.

Por aquellos días, la Ing. en Recursos Hídricos, magister en Gestión Ambiental y doctora en Educación de las Ciencias Experimentales, María Angélica Sabatier, contó públicamente que había relevado siete desagües pluviales activos en la Laguna, incluso cuando no llovía.

En momentos de bajante del río, se hace más difícil que la contaminación se diluya en el curso de de agua.

En agosto de aquel año, la experta tomó fotografías que mostraban líquidos saliendo de los desagües pluviales en la Setúbal, a pesar de que la última lluvia se había producido exactamente quince días antes. Las imágenes continúan publicadas en sus redes sociales.

“Era un día espléndido, sin lluvias, y los desagües de la Laguna estaban funcionando a pleno. Ya habían empezado la sequía y la bajante del Paraná”, recordó al ser contactada por AIRE.

Los registros se produjeron a la altura del Club Ferroviario, del Lawn Tennis Santa Fe, y donde hoy existe un sector municipal para realizar deportes: “Las descargas se observaban las 24 horas, los 7 días de la semana, en aquellos desagües que solo deberían desagotar agua de lluvia”.

En 2018, un estudio del Conicet y de la Universidad Nacional del Litoral reveló elevados niveles de contaminación por plásticos en la laguna. En aquel momento, uno de los autores del trabajo, Martín Bletter, advirtió que se encontraron unas 100 botellas plásticas por kilómetro cuadrado y, lo que es más preocupante, la presencia de microplásticos.

Pero quien verdaderamente logró poner el tema en agenda fue la licenciada en Biodiversidad, Teresa Huerta, quien por primera vez planteó esta problemática a fines de 1998, al difundir los resultados de sus propios análisis bacteriológicos en el agua de la Setúbal.

Tal fue la repercusión de aquellos datos, que el tema llegó a la Justicia provincial.

El día que la contaminación de la Setúbal llegó a la Justicia

Teresa Huerta trabajaba por entonces en su tesis para obtener la licenciatura en Biodiversidad, cuando decidió analizar el agua de la Laguna con el apoyo de los laboratorios de la UNL.

Veintiséis años después, AIRE se contactó con la especialista: “Desde que hice aquel estudio, nunca más me metí en el agua de la Setúbal. En ese momento se detectó que, desde el Faro hasta más allá de la rotonda de Javier de la Rosa, había gran cantidad de escherichia coli, una bacteria que solamente puede estar presente si hay materia fecal”.

“Se suponía que eran desagües pluviales, pero había conexiones cloacales clandestinas. No me quiero imaginar cómo debe estar ahora el agua”, agregó.

Huerta explicó que “si no hay materia fecal, no puede haber escherichia coli, porque esta bacteria no se puede desarrollar sola en el ambiente, a diferencia de otras”.

La especialista remarcó que el problema se agrava cerca de las costas, porque luego la contaminación se diluye: “Por eso se prohíbe el ingreso a los bañistas en las playas”.

Luego de que los estudios de Teresa Huerta se hicieran públicos, el entonces concejal Darío Boscarol -casualmente hoy es el director de Aguas Santafesinas- llevó el caso ante la Justicia.

El juez Civil y Comercial, Claudio Bermúdez, ordenó en aquel momento a la Municipalidad que realice un relevamiento de los desagües que desembocaban en la Setúbal, pero el Municipio apeló la medida. En 2003, la Cámara de Apelaciones ratificó la decisión judicial de hacer un relevamiento, clausurar las conexiones clandestinas detectadas y denunciar la situación ante los organismos competentes.

El actual director de Assa, Darío Boscarol, llevó el problema de la contaminación de la Setúbal a la Justicia en 2006.

AIRE también se contactó con Boscarol para saber qué sucedió durante los años posteriores a su denuncia: “Hubo una acción de la Provincia, instada por la Municipalidad, y se realizaron inspecciones para detectar conexiones clandestinas a los desagües pluviales”, afirmó.

Boscarol explicó que con el paso del tiempo se completó la red cloacal de barrio Guadalupe y en el norte de la ciudad, ya que en el momento de las denuncias las cloacas no existían y los vecinos utilizaban pozos ciegos.

– Si hubiese nuevas conexiones clandestinas, ¿de quién es la responsabilidad de enfrentar el problema?

– La responsabilidad del cuidado del curso de agua es del Ministerio de Ambiente de la Provincia, como sucedió con el basural que existía junto a la Setúbal en la ciudad de San José del Rincón.

Luego, la Provincia debería pedir a la Municipalidad que verifique, analice y garantice que no se viertan líquidos cloacales en la Laguna.